martes, 12 de agosto de 2014

F1, ¿un campeonato de pilotos o de constructores? (2/2)

Hablaba en mi último post sobre la dificultad de diferenciar qué parte del éxito puede atribuirse al piloto y qué parte a la máquina. Veíamos que detrás de las victorias inesperadas, logradas en inferioridad mecánica, suelen estar grandes pilotos.

Pero, ¿existen otras fórmulas para medir el talento del piloto frente al de su máquina? La respuesta es SÍ, existe una fórmula muy efectiva: localizar campeones del mundo que han logrado imponerse en la clasificación de pilotos sin que su escudería haya vencido el campeonato de constructores. La diferencia de puntos obtenida entre la escudería del campeón y la principal escudería rival nos habla del talento del piloto.

Obviamente no es una fórmula infalible. Si el piloto en cuestión ha contado con un compañero de escudería mediocre, o si se ha enfrentado a dos grandes pilotos en una misma escudería, esta medida del mérito de un campeonato puede verse algo alterada, pero en muchos casos nos va a permitir localizar pilotos capaces de sobreponerse a la inferioridad mecánica.

Campeones pese a su escudería

De los últimos 40 campeones del mundo, sólo 8 lo han sido sin que su escudería se haya impuesto en el certamen de escuderías. Son campeones "a pesar de su coche". Por orden de mérito serían los siguientes:


Desde luego, los pilotos que han logrado la proeza no son unos cualesquiera. Sobre todos ellos destaca Piquet, que no sólo logró el título de pilotos sin que Brabham venciese el campeonato de constructores, sino que lo hizo dos veces: 1981 y 1983. Y en 1981 con la mayor diferencia de puntos jamás registrada entre la escudería del piloto campeón y la ganadora del título de constructores, nada menos que 36% menos. Tener como compañero de equipo al hijo de un empresario mexicano adinerado, Hector Rebaque, último exponente de aquellos pilotos que corrían por placer y que pagaban sus plazas en los equipos, debió ayudar a semejante diferencia de puntos. Rebaque apenas puntuó dos veces para Brabham en todo el campeonato. En cualquier caso, el piloto brasileño era un maestro sacando el máximo provecho a los coches que caían en sus manos. En la fase final de su carrera deportiva logró dos meritorias victorias con Benetton en circunstancias realmente complicadas.

Puede sorprender a muchos que el segundo clasificado de este ranking de campeones maltratados por su escudería sea nada menos que Alain Prost. El piloto francés ha gozado de coches campeones a lo largo de su trayectoria profesional, pero muchos olvidan que en 1986 fue capaz de ganar el mundial frente a los Williams-Honda de Mansell y Piquet, con un monoplaza netamente inferior. Prost firmó un campeonato prácticamente perfecto, aprovechando cada una de las oportunidades que dejaron sus competidores y beneficiándose de la fuerte rivalidad existente dentro del garaje vecino. El resultado: un campeonato con Mclaren pese a que su escudería logró un 32% menos de puntos que Williams. Sin duda, Prost merece mayor reconocimiento del que goza.

Keke Rosberg figura en tercera posición de este ranking. El año que logró su campeonato del mundo, Williams logró 22% menos puntos que Ferrari, la escudería campeona. Rosberg obró la proeza de ganar un campeonato extremadamente igualado, en la que ningún piloto logró vencer en más de una ocasión.

El siguiente en la clasificación es Schumacher. Aunque tenemos en la retina la imagen del piloto alemán paseándose con su Ferrari sin encontrar apenas oposición, no debemos olvidar que el primero de sus campeonatos lo logró pilotando un Benetton en dura competencia con Williams, la escudería dominadora del momento. Fue la temporada de la muerte de Senna. Benetton se quedó aquel año a -13% de los puntos de la escudería campeona.

A continuación nos encontramos en el ranking con dos británicos. Ambos fueron campeones del mundo con Mclaren, ambos luchando contra Ferrari como máximo adversario. Estamos hablando de Hamilton y Hunt, dos pilotos con ciertos rasgos en común. En sus victorias en el mundial, Mclaren se quedó respectivamente a -12% y -11% de la puntuación obtenida por Ferrari. Sin duda, ambos hicieron méritos más que suficientes para coronarse vencedores.

Por último, cierran esta ilustre selección dos pilotos finlandeses. Hakkinen logró el campeonato de 1999  pilotando un Mclaren, en dura pugna con Ferrari, escudería que obtuvo un 3% más de puntos en el campeonato de constructores. Algo similar le ocurrió a Raikkonen en 2007, cuando logró vencer el campeonato frente a la temible dupla Hamilton-Alonso. Ferrari obtuvo aquel año un 2% menos de puntos que Mclaren, aunque finalmente se proclamó campeona por descalificación de los británicos por un escándalo de espionaje.

Mención especial

Algunos pueden haber echado de menos en esta clasificación a Fernando Alonso. El piloto asturiano se ha especializado en luchar contra grandes monoplazas en los últimos años, lamentablemente sin el éxito que probablemente merece. Fernando ha dejado escapar campeonatos por escasos puntos hasta en tres ocasiones: 2007, 2010 y 2012. Y en sus dos títulos mundiales, en 2005 y 2006, la victoria no fue un camino de rosas. En 2005 tuvo que enfrentarse a un competitivo Mclaren pilotado por Raikkonen, mientras que en 2006 hizo lo propio con el Ferrari de Schumacher.

Mirando las estadísticas de estos dos títulos, vemos que Renault, la escudería de Alonso en ambas ocasiones, venció el mundial de constructores por un escaso margen, el más escaso de los campeones que pilotaron para la escudería campeona del certamen de constructores.


Pilotos afortunados

Hemos visto qué pilotos han sido capaces de vencer pese a no contar con el mejor coche. Sus victorias en los mundiales tienen valor doble. Veamos ahora qué pilotos deben agradecer sus títulos a monoplazas excepcionales, coches que han allanado su camino hacia el triunfo.

La siguiente lista incluye a los 8 pilotos que han logrado títulos mundiales pilotando para escuderías que vencieron el campeonato de constructores con mayor diferencia respecto al segundo clasificado.



Revisando la lista de los campeones afortunados destaca la presencia en primera posición de Ayrton Senna. Efectivamente, pese a que tuvo que competir en muchas ocasiones en desventaja, ninguno de sus campeonatos los obtuvo con clara desventaja técnica. Por contra, en su título de 1988 contó con el monoplaza que más ventaja ha obtenido en el título de constructores en toda la historia de la F1: nada menos que +206% puntos de diferencia respecto al segundo. Lo que la estadística no explica es que ese campeonato no resultó nada fácil: la competencia estaba en su mismo garaje, el francés Alain Prost.

La siguiente posición en la lista es menos sorprendente: Damon Hill y su título de 1996. Su escudería, Williams, aventajó un +150% a Ferrari, su competidor más cercano. La superioridad de su Williams fue tal que el segundo clasificado del mundial fue su compañero de equipo, Jacques Villeneuve.

Lauda en 1984 es el siguiente piloto que más ventaja disfrutó en su título mundial, corriendo para Mclaren y su brillante MP4/2. Su ventaja en el mundial de constructores se materializó en 150% más puntos que Ferrari.

Si hemos dicho que Schumacher fue capaz de vencer en el mundial de 1994 pese a perder el título de constructores, en 2001, 2002 y 2004 pudo vivir la situación inversa. Pilotó para una escudería capaz de aventajar netamente a sus rivales. Ferrari obtuvo entre +140% y +75% más puntos que Williams, BAR Honda y Mclaren, sus rivales más cercanos en esos campeonatos.

Prost también vivió una situación similar pilotando para Williams en 1993 y para Mclaren en 1989. No obstante, en su título de 1989 Prost debió afrontar una fortísima competencia dentro de su propia escudería, de la mano de Senna.

Los tres últimos campeones "afortunados" pilotaron para Williams en diferentes fases de sus carreras deportivas. Son Alan Jones en 1980, Nelson Piquet en 1987 y Nigel Mansell en 1992. De los 8 campeones que contaron con monoplazas anormalmente competitivos, 5 corrieron para Williams.

La lista completa

Para los que tengan curiosidad en ver cómo salen en la foto los ganadores del resto de los 40 campeonatos del mundo, aquí tienen la lista completa, ordenada por mérito: en la parte superior, los pilotos que pilotaron para las escuderías que menos puntos obtuvieron respecto a su más directo competidor, en la parte inferior los que gozaron de mayor ventaja.


La lista desmiente algunos mitos. Sebastian Vettel arrastra fama de vencer gracias a la superioridad de su Red Bull. Ciertamente, en su título de 2013 Red Bull logró un 66% más de puntos que su competidor más cercano (Mercedes), lo que supone una gran diferencia. Algo similar se observa en 2011, con una diferencia de 31% de puntos respecto a Mclaren. Sin embargo, sus títulos de 2010 y 2012 gozaron de una diferencia más modesta (10% y 15%). De hecho, su victoria de 2010 ocuparía la posición 12º en este ranking de mérito de los 40 últimos mundiales.

Michael Schumacher es otro caso paradigmático. Ostenta títulos muy meritorios como el de 1994 (posición 5ª en el ranking de méritos), otros títulos de mérito intermedio (1995, 2000 y 2003) y otros títulos en los que la mecánica explica gran parte de su éxito (2001, 2002 y 2004).

Por su parte, el tricampeón austríaco Niki Lauda, no puede presumir de ningún título logrado en inferioridad. Sus tres coronas ocupan plazas muy retrasadas en el ranking de méritos: 25º, 28º y 38º. Niki tuvo la habilidad de correr para escuderías punteras prácticamente toda su carrera deportiva, exceptuando sus inicios en BRM y March, y su paso por Brabham en un momento en que esta escudería estaba en horas bajas.


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