domingo, 26 de mayo de 2013

Rosberg contra Rosberg

Nico Rosberg corría - y aún corre - riesgo de convertirse en una eterna promesa de la F1. Hijo nada menos que de un campeón del mundo, el carismático Keke Rosberg, Nico mamó esto de la Fórmula 1 desde bien pequeñito. A la edad de 11 años ya debuta - y con éxito - en campeonatos nacionales franceses, a los 17 logra el campeonato de Fórmula BMW en un equipo de su padre, sumando 9 victorias y 13 podios. Tras dos años más en la F3 Euroseries, con buenos resultados - sin ser espectaculares - da el salto a la GP2, la categoría recién creada aquel año para servir como auténtico test de pilotos con aspiraciones serias de correr en la F1.


Nico en la GP2


No hay nada como echar un vistazo a las estadísticas de los pilotos que han corrido en GP2 para tener una medida real de la valía de un piloto. Los monoplazas usan idéntico chasis, motor y neumáticos, por lo que las diferencias entre escuderías son mínimas. En GP2 manda el piloto, no el coche, algo que nunca sucede en F1.

Los resultados de Nico en GP2 hablan de un notable piloto, no de un hijo de papá. En 2005 coincidió con Kovalainen, Scott Speed y Nelsinho Piquet, logrando alzarse con el campeonato en una cerrada lucha con el primero de ellos, pese a hacer un flojo inicio de campeonato. Bien por Nico, pero, ¿cómo se compara Nico con el resto de pilotos que han alcanzado la F1 después de pasar por la GP2? Veamos las estadísticas, en términos de porcentaje de podios y victorias respecto a carreras disputadas, de los mejores pilotos de GP2 que han dado el salto a la categoría reina.



Sólo Lewis Hamilton logra superar los resultados de Nico Rosberg en GP2, y estamos hablando de uno de los mayores talentos naturales que han pisado los circuitos de la máxima categoría. Mirando estos datos, pilotos muy cotizados como Sergio Pérez o Pastor Maldonado, quedan muy por debajo de las cifras del piloto alemán.

Llegada a la F1


Nico Rosberg alcanzó la F1 en 2006 de la mano de Williams, el equipo en el que su padre logró su único mundial en 1982. Ya sabemos que el gran circo es dado a los simbolismos. El debut de Nico fue espectacular. En su primera carrera partió desde la 12ª posición, debido a algunos errores de juventud en la clasificación, y en la salida de la carrera, rompió el alerón delantero, viéndose obligado a pasar por boxes y cambiar de estrategia. A partir de ahí, la sorpresa: Nico logra mantener una buena velocidad en pista, un par de adelantamientos brillantes, y acaba en los puntos justo detrás de su compañero Mark Webber. Y por el camino, se apunta la vuelta rápida lograda por el piloto más joven en la historia de la F1, record que aún permanece.

En su segunda carrera clasifica tercero. Los rumores sobre el futuro de Nico se disparan, situándolo en la órbita de Mclaren, pero su estrella durante aquella temporada se apaga, lastrado por un poco competitivo Williams.

El año 2007 se inicia con cambios en Williams, que pasa a equipar motores Toyota. Y, como ha sido una tradición durante muchos años por parte de los fabricantes japoneses, Toyota impone como compañero de Rosberg a Kazuki Nakajima, un piloto de escaso potencial, que en GP2 no logró ni una sola victoria. La temporada no fue especialmente brillante, con un cuarto puesto como mejor resultado.

2008 y 2009 no serían mucho mejores. Altos y bajos, dentro de los límites del monoplaza, y primer podio para Nico, en Australia 2009.

Cambio a Mercedes


Nico, siendo testigo del progresivo declive de la otrora puntera escudería de Frank Williams, decide incorporarse al proyecto de Mercedes Benz, que acababa de adquirir la escudería campeona de 2009: Brawn GP. Rosberg contaba en aquel momento con 4 temporadas de experiencia, y con la pesada carga de no haber logrado aún una victoria en la F1, pese a haber llegado con la vitola de gran promesa.

Pero las cosas no se presentaban fáciles para Nico: Mercedes también decide incorporar al proyecto al piloto con mejor palmarés de todos los tiempo, Michael Shumacher, que volvía a la competición tras su retirada unos años antes. La situación no debió ser cómoda para Rosberg: tener a una leyenda viva compartiendo escudería contigo nunca es fácil. Pueden pasar dos cosas: que te supere con claridad, reduciendo tu papel en la escudería al de comparsa, o que lo superes, creando una situación de evidente malestar con una super-estrella. La realidad fue más lo segundo que lo primero.

En su primera temporada juntos, Nico Rosberg logra finalizar el mundial dos posiciones por delante de Shumacher (7º y 9º), obtieniendo 3 podios por ninguno de Michael. 2011 no fue muy diferente, salvo por el hecho de que el monoplaza de Mercedes fue aún menos competitivo que el año anterior: Rosberg hace una mejor primera mitad del campeonato, pero Shumacher finaliza fuerte y a punto estuvo de alcanzarlo en el mundial. Ninguno de los dos es capaz de subir al podio en todo el año.

En 2012, en la séptima temporada temporada de Nico en la F1, por fin llega la primera victoria. Tras dos abandonos consecutivos, en la tercera carrera de la temporada (China), Nico firma pole y victoria. El Mercedes parece que funciona pero no evoluciona durante el año como se esperaba, y Nico no vuelve a pisar el podio. Eso sí, supera ampliamente a Shumacher, que decide abandonar nuevamente la F1.

¿El año de Nico?


Y llegamos a la temporada 2013. Si tener al gran Shumacher de compañero es todo un reto, qué decir del piloto que lo ha reemplazado en la escudería de Stuttgart: Lewis Hamilton. El velocísimo piloto inglés, el único capaz de cosechar mejores resultados que Nico en GP2, decidió a final de 2012 abandonar la escudería - Mclaren - que había tutelado todos sus pasos en el gran circo, y que le había proporcionado un título mundial en 2008.

Sin duda esta es la temporada que va a marcar qué clase de piloto es Nico, y qué quiere ser dentro de la fórmula 1: un piloto con aspiraciones serias o un buen hombre "de equipo". Y para sorpresa de la mayoría - entre los que me incluyo - su inicio de mundial, más allá de los resultados concretos y de su pobre posición en la clasificación, nos habla de un piloto que quiere ser alguien en la F1. Rosberg no se ha dejado intimidar por las credenciales del campeón británico con el que comparte box, y está demostrando personalidad, madurez y temple. Y, por supuesto, sin perder nunca su célebre cordialidad y caballerosidad, algo que se echa bastante de menos en un campeonato dominado por tipos duros - Hamilton, Alonso, Vettel - que destilan importantes dosis de mala leche dentro y fuera de la pista.

Rosberg, después de su victoria en Mónaco, se sitúa sexto en el mundial, a 15 puntos de su compañero. Lleva 2 abandonos, un 9º, un 6º y un 4º, además de su victoria. Y aún así, el que parece andar nervioso es Hamilton. Las dos últimas carreras, tanto en España como en Mónaco, han sido una lección de pilotaje, profesionalidad y, no lo olvidemos, rapidez, del piloto alemán, que ha superado al inglés en todas las facetas del pilotaje.


Hijo mío, algún día todo esto será tuyo...


Y llegamos a la eterna pregunta. ¿Es Nico un digno heredero de Keke Rosberg?. Son pilotos difíciles de comparar. Keke Rosberg llegó a la F1 por la puerta de atrás, a diferencia de su hijo. Ya tenía 29 años cuando debutó en la máxima categoría, de la mano de la escudería Theodore. Tras llamar la atención por su extraordinario pilotaje en una carrera no puntuable, alternó carreras con Theodore y ATS durante aquel 1978, sin llegar a puntuar.

1979 no fue mucho mejor: no logró tener equipo al inicio del campeonato, para acabar firmando por Wolf, logrando acabar una única carrera en novena posición. En 1980 y 1981 pasó a correr para la recién creada escudería Fittipaldi. Arrancó su periplo en la exótica escudería con un prometedor podio en Argentina: fue un puro espejismo, la competitividad de la escudería se deterioró irremediablemente.

A pesar de todas estas calamidades y malos resultados, Frank Williams tenía puesto el ojo en el talento de Rosberg, y le ofreció una plaza en su escudería en 1982, tras la retirada del ex-campeón Alan Jones. Y acertó de pleno: Keke Rosberg hizo un año extraordinario: logró una victoria en Suiza, y puntuó consistentemente en casi todas las pruebas. Aquel año ningún otro piloto logró más de 2 victorias y Ferrari, posiblemente el candidato más firme al título, vivió un año para olvidar: grave accidente de Didier Pironi y muerte de Gilles Villeneuve. Como resultado de estos factores, Rosberg se alzó con su primer y único título mundial. Para la historia queda el hecho de que lo lograse con el motor Cosworth V8, en una temporada en la que sus principales rivales ya empleaban motores turboalimentados.

Keke permanecería 3 años más en Williams, logrando 4 victorias. Finalmente, decidió firmar en 1986 por Mclaren, la escudería que había estado dominando los últimos mundiales. La idoneidad de esta decisión era cuestionable: Williams estaba desarrollando un monoplaza tremendamente competitivo en alianza con Honda, mientras que la competitividad de Mclaren y su MP4/2 menguaba.

Aquel año 1986 sería el último de Rosberg en la F1. Dos factores pudieron decidir al piloto finlandés a abandonar la competición habiendo disputado únicamente 8 mundiales, los mismos que ahora mismo lleva disputados su hijo: el primero, su compañero en Mclaren, el implacable Alain Prost, capaz de superarle claramente durante toda la temporada, hasta llevarse un título mundial que parecía predestinado a Williams. El segundo, la muerte de su íntimo amigo Elio di Angelis, a los mandos de un Brabham BT55. Según se comentó en su entorno, este accidente le afectó profundamente y le llevó a la retirada. Más tarde expresaría que tal vez se había retirado de forma demasiado prematura.

Durante su carrera Keke obtuvo un mundial a pesar de lograr únicamente 5 victorias. Los datos comparativos con su hijo, lo dejan en buena posición: Keke obtuvo plaza en el podio en el 13% de las carreras que disputó, frente al 6% de Nico. También lo supera por un estrecho margen en victorias y poles. Nico, por su parte, ha logrado una vuelta rápida más que las que logró su padre.


La comparativa es oportuna: padre e hijo prácticamente han disputado la misma cantidad de grandes premios. Sin embargo, mientras Keke se retiró habiendo disputado 128 carreras, Nico se encuentra en plenitud tras haber corrido 124 grandes premios.

El futuro de Nico

Nico afronta el enorme reto de competir con Hamilton usando el mismo monoplaza. Las apuestas están en su contra, básicamente por la entidad del rival. Si miramos cómo ha competido Rosberg con sus compañeros de equipo a lo largo de sus 7 temporadas anteriores en F1, vemos como Webber y Wurz pudieron superarlo en sus dos primeros campeonatos. Desde entonces siempre ha superado a sus compañeros: el flojo Nakajima y al campeonísimo Shumacher.

Rosberg ha necesitado un largo periodo de adaptación a la F1, pero su actuación de España y de Mónaco, podrían ser un punto de inflexión en su carrera. Espero disfrutar de un digno heredero del gran Keke.

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Floja actuación de Alonso en Mónaco. Seguramente su monoplaza no se comportaba como para disputar plazas de honor, pero ha sido superado en pista en dos ocasiones en un circuito en el que prácticamente es imposible adelantar, y de una manera impropia de un campón: dejándose la puerta abierta. Y para colmo de males, en una maniobra de adelantamiento de Checo Pérez ha decidido evitar la pérdida de posición recortando la chicane. No le ha servido de nada, los comisarios le han obligado a devolver la plaza al mexicano.

Los comentaristas forofos podrán decir lo que quieran, pero la maniobra de Pérez era legal - arriesgada pero legal - y la defensa de Alonso indigna. Y lo que no es de recibo es quejarnos de que en Mónaco no hay adelantamientos y luego demonizar al único piloto - junto con Sutil - que realmente se la ha jugado en el circuito monegasco.

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No me había dado cuenta, pero con la victoria de Nico Rosberg, por primera vez un padre y su hijo ganan en el mismo escenario, como apunta Oriol Puigdemont en su crónica del gran premio. Crónica en la que el periodista de El País incorpora las palabras "castañazo" y "cascoporro" al lenguaje periodístico. No está mal.

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Pues los Red Bull parece que no iban tan mal. Lo dicho en mi anterior post, no era la primera vez que parece que no andan y luego brillan en calificación y en carrera. El RB9 parece que es un coche que no destaca, pero compite en todos los circuitos. El Ferrari, por el contrario, ha dado un rendimiento muy pobre, lo cuál puede repetirse en otros circuitos lentos.

Por cierto, triste también el papel de Massa, tanto en los libres como en carrera.

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Sutil y Button, los destacados del día (excluyendo a Rosberg, claro). Sutil, después de haberse visto ensombrecido por Di Resta, ha dado un golpe de autoridad firmando un meritorio sexto puesto, con adelantamiento a Alonso incluído. Lo mismo podemos decir de Button: pese a verse superado en pista por el intrépido Pérez, no se ha descompuesto y ha firmado una meritoria sexta plaza.

¿Puede estar mejorando el Mclaren? ¿O son sólo cosas de Mónaco?




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