De esta forma Mclaren rompe su relación con Mercedes, una relación que se inició en 1995 y durante la cuál la escudería de Woking siempre ha mantenido un alto nivel competitivo, que sólo se ha traducido en 1 título mundial de constructores y en 3 títulos mundiales de pilotos: dos de Hakinnen en 1998 y 1999, y uno de Hamilton en 2008.
Si la temporada 2014 ya se presentaba incierta debido al cambio normativo que obligará al uso de motores V6 turbo, este cambio de alianzas complica aún más las cosas. Mclaren iniciará su andadura en la nueva era de la F1 de la mano de Mercedes, para cambiar justo un año después a motores Honda. Desde Mercedes, esta circunstancia ya había desatado las alarmas como anunciaba la revista alemana Auto Motor und Sport (artículo traducido por Car&Driver). Mercedes teme que el año de aprendizaje de Mclaren sirva para tranferir conocimiento a la marca japonesa.
Pero, ¿cuáles son las intencionesde Honda en su regreso a la máxima competición del automovilismo? Difícil de adivinar cuando hablamos de la siempre hermética escudería nipona. Lo anunciado por Mclaren es un acuerdo a largo plazo, una alianza estratégica que pretende volver a dominar la competición como ya hicieran en el pasado.
Honda, una historia con vaivenes
Honda debutó en la F1 en 1963, con un monoplaza, el RA271 íntegramente fabricado por ellos. El RA271 añadía un toque de exotismo a la competición, compuesta únicamente por escuederías europeas. Toda la estructura del equipo era japonesa, exceptuando sus dos pilotos, los estadounidenses Ronnie Bucknum y Richie Ginther. Ginther lograría la primera victoria para Honda en 1965, tan sólo dos años después. Los monoplazas - decorados únicamente con el emblema del sol naciente en su capó - demostraban lo competitiva que podía ser la ingeniería japonesa.Pese a este éxito inicial, Honda perdió competitividad hasta que de la mano de una colaboración con el fabricante británico de chasis Lola, fabricó el RA300, que permitió a John Surtees obtener una victoria en 1967, el día del debut del nuevo monoplaza. La escudería nipona no obtuvo más victorias en esta primera época en la F1, y si un buen disgusto: en el debut del RA302, un terrible accidente costó la vida al Jo Schlesser. Este hecho llevó a Honda a tomar la decisión de retirarse en 1968.
Honda se mantendría aleajada de la F1 hasta 1983, año en que decidió volver como proveedor de motores, casualemnte - o no - coincidiendo con un época de dominio de los propulsores turboalimentados. Ese año proporcionó motores 1.500cc con doble turbocompresor a Williams. En 1984 obtienen su primera victoria, y a final de 1985 encadenan 3 triunfos consecutivos. Era un anuncio de lo que estaba por venir: en 1986 obtienen el título de constructores con Williams, aunque se les escapa el título de pilotos (probablemente por un exceso de rivalidad entre Mansell y Piquet). En 1987 logran ambos títulos sin discusión.
En 1988 cambian de alianza y firman con Mclaren. Fue el año del célebre paseo triunfal del Mclaren MP4/4, que obtuvo 15 de 16 victorias posibles. Los éxitos continuarían en 1989, 1990 y 1991.Entre los equipos que usaron motores Honda durante esta época se encuentran Lotus, Spirit, McLaren, Tyrrell y Williams. En total obtuvieron seis campeonatos de constructores y cinco de pilotos.
Honda decide retirarse de la F1 nuevamente en 1992, coincidiendo con la irrupción del nuevo binomio dominador: el equipoWilliams Renault. Continuaron proporcionando motores de la mano de preparadores como Mugen, pero sin obtener éxitos de consideración.
Su último retorno a la F1 se produjo en 2000, como proveedor de la escudería BAR (creada de las cenizas de Tyrrell) así como de Jordan durante 2001 y 2002. En esta ocasión, Honda se marcó como objetivo tener su propia escudería, para lo cuál adquirió BAR en 2005, pasando a denominarse Honda Racing Team F1. Su objetivo era claro: obtener el campeonato del mundo con una escudería plenamente japonesa.
Los resultados no acompañaron a la escudería en su periplo de 2005. Tan sólo en 2006 lograron una - ansiada - victoria de la mano de Jenson Button, en un accidentado GP de Hungría. El final de temporada fue positivo, con varios podios, lo que presagiaba un buen 2007. No fue así: el RA107 fue una auténtica calamidad, logrando sólo 6 puntos en el campeonato y una mediocre octava posición.
El fichaje de Ross Brown, el brillante ingeniero artífice de gran parte de los éxitos de Shumacher con Ferrari, hacía esperar un mejor 2008. Pero nuevamente la escudería nipona fracasó, finalizando el mundial en 9ª posición (14 puntos).
Un final doloroso
Ante una crisis galopante en el sector del automóvil, Honda decide abandonar en 2009. Era una época en la que los fuertes recortes de personal en las fábricas de las grandes marcas del sector, desaconsejaba mantener el coste de una escudería de F1 (cuestión de imagen). Ross Brawn, convencido del potencial del monoplaza en el que estaban trabajando para aquella temporada, decide comprar la escudería a Honda. Y no se equivocó: Brawn logró un apabullante éxito. Aprovechando una inteligente interpretación de un cambio normativo en temas de aerodinámica, Brawn obtuvo ventaja del famoso "doble difusor", un sistema de salida del flujo aerodinámico que hacía volar al monoplaza. Jenson Button obtuvo el título de campeón del mundo con facilidad, y la escudería el título de constructores, con lo que hubiera sido el RA109. Mal momento para abandonar escogió Honda...
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